El congelador no congela: causas y soluciones

Sin duda, el electrodoméstico infaltable de toda cocina es el congelador. Gracias a él, la conservación de los alimentos es posible y, junto al refrigerador, nos permiten proyectar nuestra dieta por muchos días y ahorrarnos mucho tiempo.

Pero ¿qué sucede cuando el congelador enfría, pero no congela? o bien el congelador no congela lo suficiente.

Es muy fácil darse cuenta del mal funcionamiento del electrodoméstico, sobre todo cuando vamos en busca del alimento y notamos su consistencia, y se puede verificar inmediatamente que algo anda mal, que el congelador no alcanza temperatura suficiente como antes.

A continuación, te detallaremos varias soluciones:

¿Qué hacer cuando un congelador no congela?

Existen varios motivos por los cuales el congelador no funciona, y pensar en una reparación de un congelador puede llegar a ser muy costosa. Pero no siempre es así, ya que una vez que identifiquemos el problema, podremos saber de qué manera solucionarlo.
Estas son las causas posibles por las que tu congelador no funciona:

1. Acumulación de escarcha:

En varios tipos de congeladores, sobre todo si el frigorífico no es No Frost, se suele acumular en las paredes del congelador una capa de hielo suficiente que no permite que el artefacto funcione correctamente.
Como solución a este problema, se indica desenchufar el congelador, y tratar de alivianar esa cantidad de hielo. Se debe ser cuidadoso en la manera de cómo descongelar el congelador, se quita manualmente y con precaución.
Pero, si el frigorífico es No Frost, se deberá consultar a un técnico especializado.

2. Pérdida de gas refrigerante

Esta es una de las principales causas por la cual un congelador deja de enfriar. La fuga de gas se puede percibir no solo por el mal funcionamiento del artefacto, sino también por un olor extraño que libera este gas. Se debería contactar a un técnico de inmediato, que localizará la fuga, y la arreglará.

3. Puerta del congelador averiada

El hecho de abrir y cerrar varias veces la puerta del congelador, provoca el ingreso de aire y eso desencadena en que el congelador no alcanza temperatura. El congelador trabaja de más tratando de equilibrar esa diferencia, generando mucha escarcha.
Por otro lado, se debe asegurar que las gomas de la puerta hagan el contacto suficiente, evitando este intercambio de aire con el exterior.
Para poder determinar este problema, se puede verificar si la junta está en condiciones óptimas y si sigue recta y hace contacto con la cavidad del congelador. En el caso de que ese fuera el inconveniente, las puertas tienen reemplazos totales, es decir, es una pieza reemplazable.

4. Mal funcionamiento del motor

Esperemos que este no sea el problema, ya que la solución para ello es muy costosa. Si se oyen ruidos provenientes del motor cuando el congelador está en funcionamiento, y notas que no enfría, es momento de revisarlo con un especialista.

5. Falla en el termostato

Si te preguntas por qué baja la temperatura del congelador o cuál es el motivo por el cual el congelador pierde temperatura, es muy probable que sea por este tipo de falla.

Si el termostato deja de funcionar, afecta directamente al congelador a alcanzar la temperatura correcta necesaria para el buen mantenimiento de tus alimentos, provocando que el interior de tu congelador huele mal.
Quedará en las manos de un técnico arreglar el termostato o cambiar la pieza completa por otra.

Mejorar la vida útil del congelador

Es importante tener en cuenta que muchas de estas averías están relacionas al mal uso de este electrodoméstico.

Aconsejamos los siguientes puntos a considerar respecto del uso del artefacto desde el comienzo, garantizando una mejor vida útil del mismo.

1. Ubicación

Es de suma importancia entender que un frigorífico necesita estar espacio con ventilación. Si se lo ubica en rincones sin mucho espacio alrededor, o que le da el sol directo, o bien se encuentra cerca de otros electrodomésticos que generan calor como ser un horno o una cocina, es muy probable que su funcionamiento se vea afectado a futuro.

2. La temperatura correcta

Cuando se enchufa por primera vez, se debe seleccionar la temperatura correcta para poder mantener la cantidad de alimentos especifica de tu nevera. Se recomienda entre los 3 y 5º en la nevera y el congelador sobre -18º.

3. Frigorífico y congeladores limpios.

Claro está que la suciedad es el peor aliado de los electrodomésticos. Cualquier residuo puede obstruir o averiar todo a su paso.
Mantener tanto la nevera como el congelador en buenas condiciones es garantizar el perfecto funcionamiento de ellos, sobre todo el congelador si no es no Frost.

4. La cantidad y temperatura de alimentos.

Evitar sobrecargar de alientos la nevera. De esa manera, la temperatura será suficiente para todo el artefacto. Lo mismo ocurre con la distribución de los alimentos dentro de ella.

Si deben disponen los alimentos de forma ordenada, en tuppers, dejando libres espacios entre ellos. De esa manera, el aire frío corre entre los contenedores, garantizando el enfriamiento correcto de todo lo comestible.

Por último, antes de ingresar alimentos en el congelador, también en la nevera, evita que estén a altas temperaturas. Es aconsejable esperar que llegue a una temperatura ambiente y luego sí incorporarlo al frío.